TIENE EN SU CESTA DE LA COMPRA
en total $ 0.00
Enrique Olmos de Ita y El Santo el enmascarado de plata, dos hijos pródigos de Hidalgo.Uno se juega la profesión apostando máscara contra cabellera, el otro hace de las máscaras su vocación; las construye y la pone a dialogar, ergo, las problematiza.Así que mientras uno encubre, el otro desvela y en ambos impulsos emana un afaz renovada.